Ser vulnerable no está bueno, pero es necesario.

Superman no es un superhéroe
- ¿Qué piensa de los héroes cómo Superman y He-Man?
- No son héroes, héroe es el Chapulín Colorado. El heroísmo no consiste en carecer de miedo sino en superarlo. Batman y Superman son todopoderoso, no pueden tener miedo. El Chapulín Colorado se muere de miedo, es tonto, torpe, débil y consciente de esas deficiencias se enfrenta al problema, ese es un héroe. Y pierde, otra característica de los héroes. Los héroes muchas veces pierden, después sus ideas triunfan.
Esa fue parte de la entrevista que en 1987 le hicieron Jorge Guinzburg y Carlos Abrevaya a Roberto Gómez Bolaños en La Noticia Rebelde.
Lo que hace al Chapulín Colorado un héroe es su vulnerabilidad. Brené Brown explica la vulnerabilidad como esa emoción que sentimos cuando nos enfrentamos a la incertidumbre, al riesgo y estamos emocionalmente expuestos.
Tu negocio puede quebrar, pueden despedirte de tu trabajo, decepcionarte y probablemente te rompan el corazón. Si tu intención es mantenerte inquebrantable, seguro y libre de cualquier decepción no emprendas, no trabajes, no coseches amigos, no te enamores: No vivas. Acordate que el centro emocional de nuestro cerebro no busca nuestra felicidad sino mantenernos seguros.
Si al momento de nacer hubiera tenido la posibilidad de elegir ciertos rasgos y características de mi personalidad me imagino haber elegido la amabilidad, el altruismo, la pasión, la responsabilidad, pero jamás habría pensado en la vulnerabilidad como una posibilidad. Hoy entiendo la vulnerabilidad no como sinónimo de debilidad sino como una forma honesta de conectar con las personas.
Pasando los límites
No tengo ni idea de lo que estoy haciendo. ¿Se imaginan al CEO de la empresa para la que trabajan, o al presidente de su país diciendo eso? ¿Alguien podría decir que esa persona es un gran líder porque está siendo vulnerable? Seguramente no. De la misma forma, una madre no le dice a su hijo que ella también tiene miedo en una noche de tormenta.
La vulnerabilidad sin límites es irresponsable. Debemos tener claro el contexto, las relaciones y a partir de eso establecer cuáles serán los límites para después comunicar a las personas correctas, de la manera correcta y con un motivo que lo justifique. Ser vulnerable responsablemente es fruto de una gran fortaleza interna.
La vulnerabilidad nos ayuda a empatizar, a construir relaciones a través de la confianza y la igualdad. A hablar sobre temas incómodos al mismo momento en que creamos conexiones humanas. Esto ayuda a crear una atmósfera de seguridad psicológica donde todos se sienten motivados a hablar de temas difíciles y tener conversaciones profundas, lo que se traduce en grandes aprendizajes y en equipos extraordinario.
Lograr que todo esto ocurra es complejo. Abrirse a tener estas conversaciones sin considerar las habilidades de comunicaciones necesarias para hacerlo puede ser peligroso. Los líderes tienen que marcar los límites de estas conversaciones en donde las emociones como el enojo y las frustraciones son aceptables, pero donde no hay lugar para las agresiones y faltas de respeto.
Algo que va más allá de nosotros mismos
Internalizar la vulnerabilidad no me fue natural. Más de una vez me pregunté cómo uno puede dormir tranquilo sin tener el control de lo que pasa a nuestro alrededor, y aún hoy me encuentro en situaciones en la cual no me siento cómodo con mi vulnerabilidad. He tenido la suerte de cruzarme con personas emocionalmente más inteligentes que yo que me han ayudado, y lo siguen haciendo, en este camino.
Compartir frustraciones e incertidumbres con otras personas es revitalizante. El no estar solos con nuestros sentimientos es la fuente de motivación en momentos de tormenta. Si buscamos seguridad, la mejor opción es abandonar. Si buscamos pertenecer, la opción es comprometerse.
Ser vulnerables es entender que nuestro propósito es más grande que nosotros y nuestros cientos de fracasos. Este nivel de auto-aceptación es lo que conduce también al altruismo.
Como dice Brené Brown en su libro Dare to Lead, "yo soy un viajero, no un cartógrafo. Voy recorriendo este camino al igual que tu".